sábado, 23 de abril de 2011

¡¡A LAS RICAS TORRIJAS"

Delicias "Torrijeras". Estas son de COCO (Malibú). VODKA CARAMEL. LICOR 43. COINTREAU.

La TORRIJA es un dulce típico de las celebraciones de Cuaresma y Semana Santa en España y varias partes en México; como Zacatecas. Consiste en una rebanada de pan (habitualmente de varios días) que es empapada en leche y vino y, tras ser rebozada en huevo, es frita en una sarten con aceite; finalmente, se aromatiza, a gusto, con diversos ingredientes; canela o algún licor, y se endulza con miel, almibar o azúcar. Es un alimento de origen humilde que satura pronto al comensal y le mantiene aliviado de la necesidad de probar algún otro plato de carne (alimento sujeto a abstinencia en la cuaresma).
La TORRIJA o TORREJA aparece ya documentada en el siglo XV, citada por Juan del Encina: "miel y muchos huevos para hacer TORREJAS"al parecer como plato indicado para la recuperación de parturientas. Las primeras recetas, se remontan al Libro de COZINA de Domingo Hernández de Maceras (1607) y Arte de COZINA, pastelería, VIZCOCHERÍA y conservería de Francisco Martínez Motiño (1611). La TORRIJA era a comienzos del siglo XX muy habitual en las tabernas de Madrid y se servía con vasos de vino (chatos).

Su asociación a la Cuaresma se debe tal vez a la necesidad de aprovechamiento de pan, que durante el tiempo en que no se podía comer carne, era por ello menos consumido, aunque las familias elaboraban la misma cantidad. La TORRIJA por su aspecto emula un pedazo de carne que durante la Cuaresma está prohibido comer (los días de ayuno y abstinencia) según la tradición católica.

No obstante, la TORRIJA es un dulce típico de Semana Santa, por lo que otra leyenda cuenta que su origen tiene que ver con un aspecto más religioso, en este caso en los conventos en donde se aprovecha el pan sobrante. Se dice que representaba la vida y muerte de Jesús.

Por lo tanto, el culto católico, apuesta por la representación del Cuerpo de Cristo mediante el pan, que muere en este tiempo, de igual forma que cuando utilizamos el pan duro como si estuviese ya muerto porque está pasado. La leche y el huevo son los baños necesarios para resucitar el cuerpo y la fritura el sufrimiento del Señor, finalizando con la TORRIJA y convirtiéndose en un postre glorioso.

Después de esta referencia a la TORRIJA, animaros a pasar un rato en la cocina entre fragantes olores que después nos harán disfrutar junto a los nuestros del delicioso sabor de este dulce extraordinario. Además, un apunte para este tiempo de crísis que pasamos. Se venden torrijas como las de la fotografía (las grandes) a 2 €uros/unidad. El coste de cada una de ellas no pasa de los cuarenta centimos. Creo que merece la pena meterse en la cocina y obsequiar a nuestra familia con esta delicia.

Un consejo: FANTÁSTICAS SI LAS SERVIMOS ACOMPAÑADAS DE UN BOLA DE HELADO.

Pan de torrijas

Leche

Vino (o cualquier licor que nos guste)

Huevos

Aceite

Miel

Azúcar

Agua

Empapamos en leche templada con el vino o licor que nos guste, las torrijas. Pasamos por huevo. Freimos a no muy alta temperatura y de poco en poco para que doren bien (suelen soltar zurrapilla que se pueden adherir a la siguiente tanda de torrijas. Yo para disfrutarlas con la mayor calidad, cuelo el aceite y limpio la sarten cada fritada). Preparamos un jarabe hecho de miel, agua y azucar en la misma proporción al que añadimos un poco de el vino o licor que hemos utilizado para emborracharlas. Terminadas las disponemos en una bandeja y le agregamos el jarabe que hemos preparado para que se empapen bien.
¡Que aproveche!.

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